Emotiva despedida del que fuera jefe de la Policía Local de Elche, Manuel Calvache

La basílica de Santa María se ha llenado de personas para despedir a Manuel Calvache, jefe de la Policía Local entre 1993 y 2007, y que falleció en la jornada de ayer a la edad de 81 años.

El alcalde, Carlos González; el concejal de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad; el jefe de la Policía Local, César Zaragoza; el inspector de la Brigada Local de Información (BLI) de la Comisaría de la Policía Nacional en Elche, Francisco Fernández; miembros del equipo de gobierno y de la corporación municipal, han trasladado sus condolencias a la familia de Calvache en el sepelio que ha tenido lugar esta mañana.

González señala que “Calvache fue un excelente profesional que impulsó la transformación y modernización de la Policía Local de Elche” y que se trataba de un «hombre honrado y un trabajador incansable, respetado y muy querido tanto dentro como fuera de la Jefatura».

Manuel Calvache Sánchez nació el 31 de marzo de 1942 en Elche. Con más de tres décadas de carrera en el Ejército, pertenecía a la XXII promoción de la Academia General Militar y alcanzó la graduación de coronel. Su último destino fue el Gobierno Militar de Alicante, tras lo que se convirtió en máximo responsable de la Policía Local de Elche a petición del alcalde, Diego Maciá. Puso los cimientos de la que hoy es una de las mejores policías municipales de la Comunitat Valenciana y de España, siendo pionero a nivel nacional en la creación de unidades especializadas en el ámbito local.

De los numerosos reconocimientos que cosechó en su carrera policial destacan la Medalla de Oro al Mérito Policial del Ayuntamiento de Elche en 2007 con motivo de su jubilación y el galardón homónimo de la Policía Nacional. También reconocimientos civiles por parte de la sociedad ilicitana como el Dàtil d’Or de la Asociación de Informadores de Elche en 2004 o el nombramiento como Caballero de Honor de la Real Orden de la Dama de Elche en 2016.

El jefe de la Policía Local, César Zaragoza, tras el oficio religioso en el que se ha entonado ‘La muerte no es el final’, ha asegurado que Calvache fue “un hombre extraordinario, enérgico pero nunca autoritario”, fue artífice de la transición hacia una policía asentada en valores y que “nos ofreció sentido de identidad y pertenencia a algo que nos trasciende y es superior a nosotros como es la Policía Local de Elche”.

Tenía dos hijas y un hijo inspector en el cuerpo ilicitano.