La odisea de ilicitanos atrapados en Madrid por la avería en la línea del AVE

Como siempre que se organiza un viaje, se había preparado todo con la ilusión de pasar unos días en Madrid, disfrutando de los atractivos que ofrece la capital.

Y fue así tanto en la ida en tren como durante la estancia en la ciudad, pero la cosa cambió cuando tocaba iniciar el regreso.

Ha habido ilicitanos que han explicado su odisea a Versión Radio. Cuando ayer viernes llegaron a la Estación de Chamartín comenzaron los problemas al saber que la circulación de los trenes entre Madrid y el Levante, Alicante, Valencia y Murcia estaba suspendida por una avería en la provincia de Cuenca.

Al principio confiaban en que se les diera alguna respuesta o solución por parte de RENFE.

Según iban pasando las horas la Estación de Chamartín se iba llenando de más y más personas.

Estos ilicitanos explican a Versión Radio que todas las personas quedaron sin saber qué hacer o a quién dirigirse, ya que no se les daban respuestas. Añaden que la peor situación la vivieron las personas mayores y las familias con niñas y niños pequeños.

Iban pasando las horas y el problema no se solucionaba, los trenes seguían sin funcionar.

Lo que ya les dejó atónitos fue cuando se anunció que a determinada hora de la noche la estación cerraba y se les invitaba a que fueran, por sus propios medios, al aeropuerto de Barajas -que está abierto toda la noche- para pasar allí esas horas y regresar a la mañana siguiente a Chamartín.

Las personas que estaban allí hicieron caso omiso de esa recomendación y al final se mantuvo abierta la estación.

A todo ello hay que añadir que, también a determinada hora de la noche, se indicaba que cerraban los establecimientos de comida y bebida, por lo que se recomendaba pedir algo para llevar.

Las personas que allí estaban no salían de su asombro por lo que estaban viviendo, llegando incluso a barajar la posibilidad de alquilar coches o contactar con autobuses que les llevaran a su destino, ya que de lo contrario tendrían que pasar la noche y dormir como pudieran en los asientos de la estación.

En el caso de la familia ilicitana que ha vivido esta experiencia todo se solucionó con el viaje que hizo desde Elche hasta Madrid un familiar para recogerlos y traerlos hasta casa.

Foto: ADIF